Extraños tiempos, acontecimientos aparentemente irreales...
La cabeza y el corazón andan ocupados en otros asuntos pero ya, día 21 de estar confinados en casa por la epidemia, la realidad se va haciendo extrañamente familiar.
Con la primavera han llegado las flores y se pueden hacer algunos apuntes en el jardín.
Y si el tiempo está malo, también se puede mirar por la ventana...
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